Hace ya días que merodeaba por mi cabeza la idea de hacer brownies, pero no quería repetir la receta de siempre, no porque no me guste, sino porque siempre resulta más divertido cambiar, innovar, experimentar, en definitiva disfrutar de la cocina, disfrutar cocinando.
Pensé en ingredientes que le fuesen bien al chocolate y le fuesen bien a mi paladar: vainilla, naranja, moras, chocolate.... Lo metemos en la coctelera, lo agitamos.... Me cuadra, buena combinación.
Me dispongo a hacer brownies, pero... Pienso en alguien muy especial para mí, pienso que tengo que compartir con esta persona esta delicia, que perfecta cuadra en mi imaginación.... Hay un problema: mi personita especial no puede comer gluten y los brownies llevan harina de trigo. Bueno, pues habrá que buscar una solución, no nos vamos a quedar sin ejecutar una receta por un pequeño contratiempo.
Pienso, le doy vueltas a la cabeza y hablo con el repostero mayor, digo... Mi hermano mayor. Le pregunto que qué le parece si sustituímos la harina por maizena simplemente, sin darle más vueltas al asunto, y, no le parece mal del todo. Vale, perfecto, confío en él.
Voy a comprar maizena, que no me queda, y hala, justo al lado de esta veo harina de arroz, ahí puesta, perfecta, entera para mí (me encanta arriesgar y esta harina es algo nuevo para mí). Pues ya está: va a llevar maizena y harina de arroz. Y que salga lo que quiera.
Pues... Ha salido bien la cosa: a mí me ha gustado mucho este brownie y mi personita especial, después de comerse el dulce que aparece en la primera foto me ha dicho: "¿habrás hecho por lo menos dos kilos de esto, no?"
INGREDIENTES
30 gramos de maizena.
40 gramos de harina de arroz.
35 gramos de cacao puro en polvo (sin gluten y sin lactosa).
125 gramos de azúcar glass.
165 gramos de mantequilla.
80 gramos de avellanas.
1 vaina de vainilla o una cucharada de azúcar vainillada.
Ralladura de una naranja.
3 huevos medianos.
125 gramos de chocolate con leche (sin gluten).
ELABORACIÓN
Mezclamos la maizena, la harina de arroz, el cacao puro en polvo y el azúcar glass. Tamizamos estos cuatro ingredientes.
Batimos los huevos y se los agregamos a la mezcla.
A continuación le ponemos la mantequilla a punto de pomada. Para conseguir esta textura cremosa en la mantequilla hay una forma rápida y sencilla: metemos la mantequilla treinta segundos en el microondas (quedará la mitad líquida y la mitad sólida, pero blandita). Con un tenedor la movemos bien. De este modo conseguiremos la textura que buscamos, tipo crema (pomada).
Picamos las avellanas dentro de una bolsa de plástico, con la mano de un mortero. Así no mancharemos nada. Tienen que quedar en trozos, no trituradas. Agregamos las avellanas a la mezcla anterior.
Partimos el chocolate con leche: cada onza en cuatro trozos. Mezclamos con el resto de ingredientes.
Ponemos la ralladura de la naranja.
Partimos la vaina de vainilla longitudinalmente y la raspamos con un cuchillo. Mezclamos todo bien.
Metemos en el horno precalentado a 180 grados unos 25 minutos aproximadamente.
El molde ideal para esta receta es de 20 cm.
DECORACIÓN
Ya estamos en otoño y quería darle un toque estacional a esta receta. Así que he pensado que unas virutas de chocolate simulando un suelo lleno de hojas secas quedaría bonito, unido a las moras, que en esta época del año podemos encontrar en nuestros bosques.
Para conseguir el color de las virutas de chocolate he derretido chocolate negro y chocolate blanco al baño maría. He extendido una capa fina del chocolate ya fundido y mezclado en una bandeja de metal y he metido esta en el congelador cinco minutos. Transcurrido ese tiempo, he raspado el chocolate con un cuchillo.
