Es el cumpleaños de Celia (mi sobrina, ahijada y madrina de mi hija): lo que viene siendo un tres en uno (por eso, aunque cumpla diecinueve años, su tarta lleva el número tres: en honor a su persona, a lo que ella es para mí. ¡Ay, cuánto te quiero!).
Celia lleva un mes pidiéndome tarta. Supongo que por si se me olvida hacérsela o simplemente para meter presión. Se me puede olvidar comprar las velas (eso es evidente), pero...¿hacer una tarta? ¿Voy a perder yo una buena excusa para hacer y comer tarta?
Al final no he hecho una tarta. Solo un pastel con forma de tarta, pero sé que es totalmente de su agrado y que cumple con sus gustos y sus expectativas (siempre quiere flan o natillas o flan y natillas o al revés, o tarta de manzana, que también es parecido...): voy sobre seguro con ella.
La base que lleva este flan pastelero o parisino es una masa quebrada. Así que he tirado de la receta de masa quebrada de la tarta de manzana, que me pasó mi hermano Antonio. Para mí es la mejor.
La crema original estaba muy bien, pero hace poco hice flan y le puse unos restos de toffee de Pedro Ximénez (PX),que aprendí a hacer por una receta del blog Cacocinas. Recordando aquel flan modifiqué un poco la receta para meterle ese sabor dulce, pero con los matices que nos aporta este vino: hay que recordar que es un vino de uva pasificada, elaborado en barricas con solera, lo que hace de este dulce algo especial y distinto.
Ingredientes.
250 gr. de harina de trigo (si lo queremos sin gluten 150 de harina de arroz y 100 de maizena).
125 gr. de mantequilla.
125 gr. de azúcar glass.
2 yemas.
Una pizca de sal.
Una cucharada sopera de agua (yo puse agua de coco).
CREMA.
Ingredientes.
Un litro de leche con o sin lactosa.
250 gramos de azúcar.
Una vaina de vainilla.
6 huevos.
350 ml. de nata para montar.
120 gr. de maizena.
150 ml. de Pedro Ximénez. 
ELABORACIÓN.
Comenzamos la base: la masa quebrada.
Partimos la mantequilla en pequeños daditos.
Tamizamos la harina.
Unimos harina, mantequilla,azúcar glass y sal. Amasamos hasta que la mantequilla se integre con los otros elementos y se homogeneicen todos. Una vez conseguido esto, agregamos las yemas y el agua. Seguimos amasando hasta que estén todos los ingredientes ligados.
Hacemos una bola con la masa. La envolvemos con un film transparente y la metemos en el frigorífico al menos una hora.
Mientras se va enfriando la base podemos ir elaborando la crema.
Calentamos la leche con 125 gramos de azúcar.
Abrimos la vaina de vainilla por la mitad , longitudinalmente. La raspamos con un cuchillo para sacarle las semillas. Ponemos vaina abierta y semillas dentro de la leche para infusionar la vainilla (yo la tuve un par de horas).
Por otro lado, batimos los huevos con el azúcar, añadimos 200 ml. de nata y la maizena y seguimos batiendo hasta que se integren todos los elementos.
Ponemos el Pedro Ximénez en un cazo a fuego medio hasta que reduzca a la mitad. Le agregamos 150 ml de nata caliente y le damos vueltas hasta que se integre en la nata.
Colamos la leche infusionada. Le ponemos la reducción de Px y nata. Agregamos la mezcla anterior (de huevos, azúcar, nata y maizena) y lo ponemos todo junto a fuego suave. Le vamos dando vueltas hasta que la crema espese.
Una vez que haya espesado la crema, sacamos la masa quebrada del frigorífico. La extendemos sobre un molde engrasado (con mantequilla o aceite de girasol). La pinchamos con un tenedor y vertemos la crema sobre ella.
Metemos en el horno precalentado a 180 grados, 45 minutos. Y listo.
Dejamos enfriar bien antes de desmoldar.
FELIZ CUMPLEAÑOS, CELIA.
Prometo no olvidarme de las velas el año que viene.
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